sábado, 14 de mayo de 2011

Cosas curiosas que no sabías... o quizás sí.

(Extraído de un antiguo suplemento de la revista MUY INTERESANTE)
    
En un pico de las montañas de Hartz, en Alemania, cuando al atardecer el Sol está casi rozando el horizonte, la silueta de los montañeros se proyecta en las nubes, dándoles el aspecto de gigantes. A este fenómeno se le conoce como espectro de Brocken y es consecuencia de la difracción.
De hecho el fenómeno puede aparecer en cualquier ladera de montaña neblinosa o banco de nubes, o incluso desde un avión, pero la frecuencia de ocurrencia en esa región le ha valido la leyenda.

En cada paso que damos imprimimos en el suelo, a través de la suela del zapato, miles de millones de moléculas olorosas de ácido butírico, que pueden ser rastreadas fácilmente por un perro.

El filo de una hoja de afeitar no está compuesto de metal, sino de cristales diminutos.

El primer animal inscrito en un registro de patentes fue una ostra.

La Academia de Ciencias francesa declaró categóricamente en el siglo XIX que los meteoros son pura fantasía. Incluso el naturalista francés Cuvier, fundador de la anatomía comparada, no tuvo reparos en afirmar: “Las piedras no pueden caer del cielo, porque en el cielo no hay piedras”.

Algunas moscas, como la llamada verde metálica, son capaces de medir la velocidad del viento con sus antenas. Si la velocidad supera los 2,5 metros por segundo, la mosca se mantiene en tierra, ya que si despegara en estas condiciones climatológicas sería arrastrada por el viento.

En el antiguo Egipto, los días se dividían en buenos, amenazadores y nefastos, según los hechos que en ellos hubieran ocurrido durante la época en que los dioses moraban en la Tierra.
En los días nefastos la gente no podía bañarse, montar en barca, viajar, comer pescado ni nada que viniera del agua. Tampoco se debía matar una cabra, un buey o un pato. Otros días era recomendable no tener trato carnal con mujeres, so pena de infección. Y otras veces, era mejor no escuchar canciones alegres ni pronunciar el nombre del dios Seth, que tenía fama de pendenciero.

La primera vez que a un pigmeo, acostumbrado a una visión de corta distancia, se le subió a  una cumbre, confundió una manada de elefantes con moscas.

Por si a alguien le interesa el libro, el cual recomiendo, está en versión PDF, y puede encontrarlo aquí: 

E.P.
Un saludo a todos.

4 comentarios:

  1. Creo que ya te dije que tus entradas eran cada vez más interesantes pero te lo voy a tener que decir de nuevo. Me ha encantado, de hecho me he bajado el libro y me lo estoy leyendo a ratitos. Hay cosas que te dejan con la boca abierta... ¡mi petición es que hagas una segunda parte de esta entrada! =)

    "la realidad es tan rica en matices, y a veces
    tan extravagante y divertida, que se ríe de la fantasía de los humanos."

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  2. ¡Muchas gracias!, de nuevo.
    Me alegra que te guste la línea del blog y prometo la segunda parte :)

    ¡Un abrazo!

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  3. yo me he leido el libro en nada... soy un grupi muy obseso xD

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